Hoy es 15 de mayo. El calendario dice que es el Día Internacional de la Familia. Y nosotros no podemos dejar de pensar en la nuestra, que nació allá por 1913, cuando un grupo de obreros del Ferrocarril Central Córdoba sembró la primera semilla de lo que hoy es este amor inmenso llamado Club Atlético Talleres.
Porque Talleres no es solo un Club. Es una herencia, un refugio, una pasión que se lleva en la sangre. Es tu abuelo llevándote por primera vez a la cancha. Es la mamá que canta con el alma desde la tribuna, es tu viejo, es tu hermano, tus amigos. Es la gigantesca familia azul y blanca que copa cada rincón de la ciudad.
Hoy, que el calendario nos invita a homenajear a la familia, el corazón nos lleva directo al Kempes, donde esta noche volvemos a vivir una noche internacional, enfrentando a Alianza Lima por la Copa Libertadores. ¿Y quién va a estar ahí? La Familia de Talleres. La que no falla nunca.
La que estuvo en las buenas y en las malas. En los momentos que costaba, en esos viajes a localidades recónditas o a las canchas más importantes del continente. La que cruzó todo tipo de rutas por estos colores. La que se multiplica generación tras generación, con la pasión intacta.
Desde aquellos primeros socios del ferrocarril hasta el último pibe que se hizo socio la semana pasada, Talleres es una familia enorme, diversa y unida por un solo sentimiento. Hoy lo celebramos como lo sentimos: con orgullo, con historia y con la frente en alto.
Gracias por ser parte de esta familia. Como para calmar las ansias por el partido de hoy, te dejamos este recuerdito:
¡Juntos Todo!