El fútbol está lleno de historias que nos emocionan, que nos atraviesan el alma y nos conectan con la pasión que llevamos dentro. Y si hablamos de grandeza, no hay dudas de que Pelé fue sinónimo de ella. El Rey del fútbol pisó La Boutique en dos oportunidades, pero hay un detalle que hace que su paso por nuestro club tenga un condimento especial: la camiseta que se llevó Miguel Frullingui.

Corría 1970 y Talleres volvía a enfrentar al Santos de Brasil, un equipo repleto de estrellas con el mejor de todos como emblema. En aquel amistoso, disputado en la Boutique, el resultado fue lo de menos. Lo que quedó en la memoria es que un Matador, un tal Frullingui, se quedó con la prenda más codiciada del planeta: la 10 de Pelé.
Miguel, había llegado a Talleres en 1969 desde Central Córdoba de Rosario. Y aunque en su carrera futbolística nunca alcanzó los reflectores de los más grandes, se llevó un trofeo que nadie más pudo conseguir. No fue un gol, no fue un título, fue la camiseta del mejor jugador del mundo.

(Foto: Javier Ferreyra / La Voz del Interior).
Aquel día, Frullingui no estaba en su mejor versión. Había tenido una noche «movida» por Corral de Palos y, al no sentirse al 100%, pidió el cambio antes del final. Mientras descansaba en el vestuario, el destino le jugó a favor. Pelé, luego del partido, bajó las escaleras corriendo y Miguel, con la viveza del fútbol barrial, lo encararía sin dudarlo. «Le señalé la camiseta y se la pedí. Sin decir nada, se la sacó y me dio la mano«, dijo hace tiempo a La Voz del Interior.
El rosarino la guardó como un tesoro. Le ofrecieron grandes sumas de dinero, pero nunca la vendió. «Me la querían comprar por 10 mil dólares en el ’71, pero dije que no. Ahora estoy seco, pero tampoco la vendo, porque se la voy a dejar a mi hijo Miguel, que la defiende a muerte», agregó.
UN MERECIDO RECONOCIMIENTO
El pasado 3 de marzo, en la previa del partido ante Tigre, Talleres volvió a honrar aquella historia imborrable. En el Estadio Kempes, cuatro protagonistas que integraron los planteles que enfrentaron al Santos de Pelé fueron homenajeados: Roberto Cortez, Eladio Rodríguez, José Pedacchia y Francisco Armenante.
Ante la familia Albiazul, los protagonistas de aquellos encuentros históricos ingresaron al campo desde el túnel de vestuarios y en la mitad de la cancha recibieron su merecido homenaje. Un reconocimiento para quienes fueron testigos directos de la visita del Rey al templo de barrio Jardín.
