La delegación fue presidida por el prestigioso escritor Juan Filloy, quien confeccionó una Bitácora de ese viaje la cual esta exhibida en el Museo del Deporte en el Kempes como parte de la historia grande del fútbol de Córdoba.

En su capítulo “Los Primeros”, el Libro Centenario del Club, dedica unas palabras a este acontecimiento histórico:

Todos lo sienten, lo perciben, aunque nadie pueda explicar concretamente de qué se trata, parece estar en los genes, se es o no es en definitiva, y Talleres siempre fue así. Desde el origen mismo, los muchachos ferroviarios se movieron con ansias de trascender, y, conscientes o no de lo que estaban haciendo, sentaron las bases del futuro. No les alcanzó con meterse entre los mejores de la provincia a poco de andar, y tuvieron la necesidad de confirmarlo fronteras afuera; por eso se convirtieron en el primer club cordobés que realizó una gira por el exterior.

En aquel lejano 1923, cuando la entidad apenas cumplía una década de vida y desembarcaba para jugar en Chile, están los cimientos de la grandeza de Talleres, confirmada luego en la competencia local, pero también con las excursiones que vendrían a Uruguay (1924) y Paraguay (1938). Después llegaría el tiempo de la explosión de los ’70 y las giras por Zaire, Perú, Ecuador, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Estados Unidos, España, Turquía y Grecia. Todo sin contar que fue anfitrión de los mejores equipos del planeta, desde el Santos de Pelé hasta el Barcelona, pasando por el Milán y el Ajax. Ya en tiempos de globalización retornarían a la memoria aquellos viajes por el mundo de la mano de copas internacionales, pero eso forma parte de otra historia, aunque sea la misma.