Hay imágenes que hablan por sí solas y que, con el tiempo, se vuelven eternas. Una de ellas es la de Diego Armando Maradona acostado en una cama, enfermo, acompañado por Doña Tota, su madre, mientras luce como un hincha más la camiseta de Talleres. Una postal que emociona, que recorre generaciones y que une al Matador con el más grande de todos los tiempos.

La historia detrás de esa foto tiene como protagonista a la amistad. La camiseta que viste Diego en la imagen sería fruto de un intercambio con José Daniel Valencia, nuestro querido “Rana”, Campeón del Mundo en 1978 y amigo cercano del 10.

Años más tarde, Maradona volvería a ponerse la azul y blanca, pero esta vez dentro de la cancha, en la despedida de Valencia en el entonces Estadio Córdoba, el 12 de noviembre del 2000.
+ FOTO: Maradona jugando para Talleres en la despedida de la Rana:

Esa tarde inolvidable, el Diego se calzó la camiseta de Talleres y, cómo no, dejó su sello: le convirtió un golazo al “Chocolate” Baley, también Campeón Mundial y gloria de la T. Después se puso la de la Selección, pero la ovación de los cuatro costados quedó para siempre.

“Le debía este homenaje al compadre por todas las alegrías que nos dio. Los argentinos le debemos. En el 78, el puesto era de él”, dijo Diego después de aquella fiesta en el Chateau, recordando el gesto que el Rana tuvo con él en sus comienzos.
Maradona y su casi llegada a Talleres en 1980
La conexión entre Maradona y Talleres pudo ser mucho más que una camiseta o un homenaje. En 1980, el Club estuvo a un paso de ficharlo. Según relatan dirigentes y periodistas de la época, Amadeo Nuccetelli, presidente histórico de la T, viajó a Buenos Aires decidido a hacer historia.
+ FOTO: Diego y Amadeo:

Hugo Huergo, exdirigente que negoció cara a cara con el propio Diego, contó que la charla se dio en la concentración de la Selección:
“Fui a donde se concentraba la Selección y hablé con Diego en su habitación. Estaba sentado en la cama de Passarella y Diego me dijo que si Próspero Cónsoli (presidente de Argentinos Juniors) ya lo había aprobado, él jugaba para Talleres”, recordó.

El plan estaba armado: el Club lanzaría un bono para financiar la operación con el apoyo de hinchas y allegados. Incluso el Banco Rural estaba dispuesto a respaldar la compra, pero la economía de la época, los vaivenes de la negociación y la aparición de otros clubes dejaron el sueño trunco.
Nuccetelli siempre lo lamentó:
“A todos los jugadores que quise traer, los traje. Menos a Maradona”, confesó alguna vez.
Primeras veces y cruces históricos
La historia de Maradona y Talleres también tiene otros capítulos imborrables. Diego debutó en Primera contra Talleres, el 20 de octubre de 1976, en La Paternal, con solo 15 años. Aquella tarde, la T se impuso 1 a 0 con gol del “Hacha” Ludueña, pero quedó grabado el caño de Diego a Juan Domingo Cabrera, la primera pelota que tocaba el pibe que sería leyenda.

Además, en 1981, el primer partido de Maradona con la camiseta de Boca fue contra Talleres, con victoria 4 a 1 para el Xeneize y dos goles de penal de Pelusa. La revancha llegaría unos meses después, cuando la T venció a Boca en el Kempes por 1 a 0.
Talleres y Diego, una historia de encuentros
Diego compartió Selección en el Mundial 82 con tres jugadores de la T: Galván, Baley y el Rana Valencia. Y 19 años después, volvería a pisar Córdoba para despedir a su compadre en una noche que el hincha albiazul no olvida.

Quizá Maradona nunca se haya puesto oficialmente la camiseta de Talleres como jugador profesional, pero cada cruce, cada gesto, cada historia compartida, teje una relación afectiva entre el Pueblo Matador y el genio del fútbol mundial.

Esa foto con Doña Tota, la camiseta azul y blanca, la despedida en el Chateau y la ilusión de lo que pudo ser… son postales que forman parte del patrimonio sentimental de la T y del pueblo futbolero argentino.

