Con 17 años, el juvenil Albiazul vive una pretemporada inolvidable. El delantero centro comenzó jugando en su categoría de AFA, la séptima, y en mayo de este año tuvo la posibilidad de debutar en la Reserva. Realizó algunos entrenamientos como sparring de la Primera y luego del receso fue notificado para integrar la delegación que viajó a San Petersburgo: “Una mañana me llaman desde el Club para saber si tenía mi pasaporte al día y el permiso de viaje por ser menor de edad. Esa misma tarde, el director técnico de reserva me avisó que me sumaba a los entrenamientos junto al plantel de Primero, y luego Walter Ribonetto me informó que era parte de la delegación”.
Una noticia que marcó un antes y un después para el juvenil que llegó a Talleres con 9 años y desde la Escuela Oficial se integró a la Estructura de juveniles, tuvo un paso por Reserva y finalmente fue convocado para esta pretemporada internacional. “Hacer esta pretemporada es muy satisfactorio para mi y motivo de orgullo; uno es hincha del Club y defiende estos colores desde muy chico. No hay nada más hermoso que poder jugar con los jugadores que siempre admiraste o mirabas por la Tele”.
Desde el 29 de junio, el joven delantero oriundo de Córdoba Capital vive su primera experiencia junto al plantel profesional realizando una pretemporada en Europa. “Lo que más me sorprendió de este país es la complicación con el idioma, es muy difícil porque la escritura y el habla son totalmente distintos al nuestro”.
Una gran vivencia para un jugador de tan solo 17 años que transita sus primeros días de entrenamientos a la par de jugadores de gran jerarquía y trayectoria. “Tengo que aprovechar la oportunidad y aprender de todos en cada uno de los entrenamientos. Para este semestre me propongo trabajar y mejorar para seguir creciendo como jugador”.