Nació en Madrid, vive en Madrid, pero Córdoba y Talleres le conquistaron el corazón. Carla llegó desde España para vivir en carne propia lo que ya venía sintiendo desde hace tiempo a la distancia: el amor por Talleres, el Club del que se hizo hincha gracias a Enzo, su novio cordobés.
“Creo que lo primero que conocí de él es que es de Talleres y yo pensé, qué amor hacia el Club. Quiero saber, quiero conocer”, nos contaba Carla en la previa del partido frente a Vélez, mientras conocían el estadio.
+ VIDEO: De Madrid al Kempes sin escalas:
Se conocieron allá, en la capital española, pero el sentimiento que los unió vino de este lado del mapa. Carla no solo se enamoró de Enzo: también se enamoró de la pasión que él le transmitía por la T.
“Desde el primer día me puse a leer artículos, a leer información, todo lo que encontraba de la historia del Club. Me encantó, y ver la hinchada que tiene Talleres para mí fue muy espectacular. Fue lo que más me impactó. Me conquistó desde el primer momento”, agregó entre risas.
Aunque vive a miles de kilómetros, Carla cada vez que puede se prende a los partidos, sigue las redes del Club y siente cada gol con el alma. Pero esta vez, tocó venir a vivirlo de cerca.
La historia de Carla y Enzo es una historia de amor, pero también una muestra de lo que genera Talleres: una pasión que no entiende de fronteras, que atraviesa mares, que se mete en el pecho y no sale más.
Y ahí estaban, en la Popular Willington, mezclados entre bombos y banderas como dos hinchas más, sintiendo lo que sentimos todos cada vez que el equipo sale a la cancha.