Junio 2020
Compartimos la nota publicada por Mundo D este domingo en su sitio web con Nahuel Bustos en el Especial Día del Padre.
El jugador de Talleres es papá de Gino León. Cuando volvió de México trajo mucho más que goles.
Nahuel Bustos, delantero de Talleres, todo le fue pasando muy rápido en su vida. Debutó a los 14 años en Argentino Peñarol y anotó un gol. Talleres se lo llevó y en 2017 hizo su presentación. Fue héroe y figura en un clásico con Belgrano, lo que le valió irse a México. Volvió y ahora vale millones de dólares. Lo siguen de varios equipos importantes de Europa, cuando está por cumplir 22 años.
En el medio de todo eso apareció Gino León, quien llegó al mundo un 21 de febrero de 2019. Nahuel y su novia Aldana estaban lejos de casa, en Pachuca, cuando su primer hijo nació. La noticia del embarazo llegó también en un día especial, al igual que para Endrizzi. “El día que me enteré que iba a ser papá fue algo muy lindo. Me tocó recibir la noticia para el día de mi cumpleaños, así que mejor regalo no podría haber recibido”, contó. Además, recordó el momento en que lo sostuvo en sus brazos. “Pude estar presente el día de su nacimiento y es la felicidad más grande que te puede dar Dios. Siempre será uno de los mejores días de mi vida. Cuando lo alcé por primera vez sentí ese amor entre padre e hijo, fue algo hermoso”, confesó.
Además de las obligaciones que todo jugador de fútbol debe cumplir, pasando muchas horas afuera de su casa y lejos de su familia, Bustos le sumó la selección. Viajaba entre semana a entrenar pensando en el Preolímpico de Colombia, y en enero estuvo un mes y medio concentrado y jugando. Fue el mayor tiempo que pasó alejado de su novia y su bebé.
Nahuel, su mujer y su hijo. (gentileza de Nahuel Bustos).
“Es muy feo tener a veces viajes y concentraciones. No sólo no estás con tu hijo sino tampoco con tu mujer y tu familia. Son los sacrificios que tiene el fútbol. Ahora con este parate estoy disfrutando el tiempo con ellos. A mí me tocó estar con la selección un mes y medio; se me hizo muy difícil. Gracias a Dios, ahora estoy recuperando ese tiempo perdido, disfrutando a Gino en cada momento, descubriendo sus hábitos y habilidades. Tiene apenas un año y medio y parece que tuviera más por la viveza y picardía que muestra”, sostuvo Nahuel.
En el deporte, la diferencia entre el que “llega” y el que no, suele marcarse en “la cabeza”, en aquella mentalidad que sirve para superar adversidades y asumir mayores compromisos. Bustos es de los mejores proyectos del fútbol argentino y sabe que, si se lo propone, puede darle a su familia un mejor futuro. “Ser papá me cambió la cabeza, maduré lo que tenía que madurar. Ahora tengo que seguir aprendiendo. Tenerlo a mi hijo me motivó a seguir mejorando. En lo futbolístico también me cambió, tengo otras aspiraciones ahora”, afirmó.
Como padre primerizo también atraviesa sus propios miedos y, a medida que Gino se hace más grande, mayores son los cuidados que siente debe tener para con él. “Tengo miedo a los golpes que puede llegar a tener. Cuando van creciendo, empiezan a probar cosas y son muy traviesos. Hay que estar muy atentos siempre”, dijo Nahuel.
Finalmente, el “10” de Talleres confiesa que nota las diferencias entre criar un hijo hoy, con respecto a muchos años atrás. “Yo siempre hablo con mis padres sobre las crianzas de hoy en día, que son diferentes a las de ellos. La ‘vieja escuela’, por decirlo de alguna manera, tenía una forma y ahora eso va avanzando, por cómo está la sociedad”, cerró.