La doble fecha FIFA dejó un saldo más que positivo para nuestros pibes que integraron la Selección Argentina Sub-20. En silencio, con laburo y compromiso, tres jugadores de Talleres fueron parte de la preparación de la Albiceleste de cara al Mundial de Chile, y lo hicieron de la mejor manera: metiéndose de lleno en la dinámica del equipo, sumando minutos y dejando el escudo en lo más alto. La Selección se impuso 2 a 1 en el primer encuentro y 2 a 0 en el segundo.
Santiago Fernández: de Río Cuarto al mundo
Santi viene creciendo a pasos gigantes. Su año en el primer equipo ya lo tenía en boca de todos, y esta convocatoria no hizo más que confirmar el gran momento que atraviesa. Debutó en la Sub-20 como titular en el primer amistoso ante Australia, mostrando firmeza en el fondo y esa templanza que lo viene destacando en la Primera. La camiseta de Argentina le calzó justo. Uno de los debuts que más ilusión genera.
Matías Gómez: estreno, confianza y ritmo
El mediocampista nacido en San Luis también tuvo su chance. Fue titular en el segundo partido. Ordenado, criterioso con la pelota, y con ese despliegue que ya mostró en Reserva y en sus apariciones con el plantel superior. Fue parte del equipo que ganó la Supercopa Internacional y ahora suma experiencia internacional con la Selección. Sin duda, un paso adelante en su evolución.
Santino Barbi: siempre presente
Aunque esta vez no le tocó sumar minutos, el hecho de estar en la lista y compartir la semana de trabajo con el plantel, lo sigue afirmando como una fija en las convocatorias. Santino ya es un nombre habitual en el arco de la Sub-20. Con varias giras, el Sudamericano y el torneo de Alcudia a cuestas, sabe lo que es este tipo de desafíos y suma desde adentro, siempre listo.
En resumen, fue una semana inolvidable para los chicos. Dos amistosos ante Australia, dos victorias para la Selección y un montón de aprendizajes para nuestros representantes. Talleres sigue diciendo presente en la Selección, con juveniles que no solo participan, sino que compiten y crecen en cada paso.
Y sí, nos ilusionamos. Porque sabemos que lo que viene es grande, y nuestros pibes están listos para dar pelea. ¡Vamos los pibes! ¡Vamos Talleres!
