A lo largo y ancho del país, los Clubes son mucho más que estructuras deportivas: son el alma de los barrios. Lugares que forman identidad, acompañan los sueños y construyen comunidad. En Córdoba, Jardín Espinosa respira fútbol, historia y tradición. Es ahí donde, separados apenas por la calle Tomás Lawson, se encuentran dos instituciones hermanas: nuestro querido Club Atlético Talleres y el Córdoba Athletic Club.

Desde La Boutique puede verse la cancha de rugby. Desde el quincho del Athletic, se sienten todas las actividades del Matador. Esa cercanía física es también una cercanía afectiva y simbólica, construida a lo largo de décadas.

UNA RAÍZ COMÚN
¿Existe un lazo real entre ambas instituciones, más allá de ser vecinas? Sí y tiene nombre y apellido: Tomás Lawson, el inglés que marcó un antes y un después en la historia del deporte cordobés.

Lawson había jugado en el Accrington Stanley y en el Blackpool de Inglaterra, y llegó a Córdoba en 1909, como parte del equipo técnico del Ferrocarril Central Córdoba. Hombre de carácter fuerte y convicciones claras, era un aguerrido centre half (lo que hoy sería un número 5), y durante dos años defendió los colores del Córdoba Athletic Club. Pero una desavenencia con un dirigente lo alejó de la institución inglesa. Fue entonces que, junto a otros trabajadores ferroviarios, decidió fundar un nuevo club: el Club Atlético Talleres Central Córdoba, el 12 de octubre de 1913.

La historia oficial comenzaba a escribirse. Con ese paso valiente, Lawson no solo fundaba un Club: fundaba una identidad, una pasión popular que hasta hoy sigue creciendo.
Dos instituciones, un mismo barrio
Mientras Talleres se consolidaba como referente del fútbol nacional, Córdoba Athletic también trazaba su propio recorrido, ligado al rugby, el hockey, el tenis. Fundado en 1882 por empleados británicos del ferrocarril, el Athletic es el club más antiguo de la provincia. Desde sus primeros pasos en barrio General Paz hasta su actual sede en Jardín Espinosa, ha sido semillero de grandes deportistas y orgullo de Córdoba.

Hoy, a más de 140 años de su fundación, el Córdoba Athletic mantiene viva su impronta inglesa pero con corazón cordobés. Su equipo de rugby es uno de los más ganadores de la provincia, y su apuesta por la formación de juveniles es ejemplo para todos los deportes.
Una convivencia que enriquece
En Jardín Espinosa, quienes sueñan con la ovalada se forman en el Athletic; quienes nacen con la pelota de fútbol bajo el brazo, lo hacen en Talleres. Familias enteras han pasado por ambos clubes, hermanos que visten camisetas diferentes pero comparten los mismos valores: respeto, compañerismo, esfuerzo y pertenencia.

Lawson, siempre presente
Que la calle que separa ambas instituciones se llame Tomás Lawson no es casualidad. Es el homenaje merecido a quien supo formar parte de los dos mundos, y que, sin saberlo, sembró las raíces de esta hermandad.
Talleres y Athletic, como tantos clubes hermanos del país, demuestran que la rivalidad no siempre es enfrentamiento: a veces es admiración, respeto mutuo y, sobre todo, historia compartida.