El Pueblo Matador volvió a demostrar que no hay límites para el amor por los colores. En el marco de las Jornadas Talleres en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo le rindió un emotivo homenaje a una de nuestras máximas leyendas: José Daniel «la Rana» Valencia, Campeón del Mundo en 1978 y símbolo eterno de nuestro Club.

El reconocimiento se llevó a cabo en el Polideportivo Municipal, ante la presencia de autoridades locales, representantes del Instituto Municipal de Deportes y una gran cantidad de vecinos que no quisieron perderse la oportunidad de agradecerle a la Rana por su trayectoria, su humildad y su legado. Las palabras de Daniel conmovieron a todos, en una noche donde la pasión por el fútbol se mezcló con la identidad y el sentido de pertenencia.

Este homenaje no fue un hecho aislado, sino parte de una experiencia institucional que reafirma la presencia activa de Talleres en todo el país. La Filial Oficial Ushuaia fue clave para lograrlo, con la perseverancia de su presidente Gabriel Guzmán y todo su equipo, que trabajaron incansablemente para que esta visita sea posible. Su compromiso, junto a la coordinación de nuestro Departamento de Filiales y el acompañamiento de José Giorgis, hicieron que el evento supere todas las expectativas.

La estadía en Ushuaia también permitió encontrarnos con una comunidad marcada por la identidad cordobesa. No deja de sorprender la gran cantidad de cordobeses que viven y trabajan allí, y que encuentran en el fútbol y en Talleres un vínculo que los conecta con sus raíces. En ese marco, invitamos a la comunidad local a integrarse a nuestras actividades, participar de jornadas abiertas y, por supuesto, vivir nuestros partidos en Córdoba.

El clima frío, la distancia con el continente y las condiciones del entorno no impidieron que el afecto y la calidez humana sean protagonistas. A la extraordinaria cortesía de nuestros anfitriones se sumaron paisajes maravillosos y una gastronomía única que hicieron aún más especial esta visita.
El homenaje a Daniel Valencia quedará grabado como un gesto que trasciende lo deportivo. Es la reafirmación de que Talleres es parte del tejido emocional y cultural de muchos argentinos, estén donde estén.