En Talleres entendemos que formar futbolistas va mucho más allá de entrenar bien o hacer goles los fines de semana. Por eso, desde hace años, apostamos fuerte a algo que para nosotros es clave: acompañar a cada chico en su camino, tanto dentro como fuera de la cancha.
El Centro de Formación Talleres (CFT) es el corazón de ese compromiso. Ahí no solo se entrenan nuestros pibes: también viven, estudian, comparten, aprenden, se equivocan, crecen. Es su casa, su escuela y su lugar de trabajo. Y también, muchas veces, su primer gran desarraigo.
Son 76 chicos los que hoy viven en el CFT. Vienen de distintas partes del país y del continente: Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Tucumán, Santiago del Estero, Corrientes, Bolivia, Colombia, Brasil y hasta Estados Unidos. Todos con un mismo sueño: vestir la camiseta de Talleres en Primera.
¿Y cómo es el día a día ahí adentro?
Intenso, pero hermoso. A las 6 de la mañana ya suena el despertador. Los pibes se levantan, se higienizan y bajan a desayunar juntos en el comedor. A las 7 ya están saliendo rumbo al colegio o al predio, según la rutina de ese día. Después, los que van al cole estudian hasta el mediodía. Vuelven, almuerzan, y ahí sí, arrancan para el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD), donde entrenan todas las tardes.
+ VIDEO: Un día en el CFT:
Después del entrenamiento, merienda, duchas, y vuelta al CFT. Algunos siguen con tareas escolares, otros aprovechan para compartir un rato con sus compañeros o charlar con los profes del acompañamiento pedagógico, como Patri, que es una figura fundamental para que puedan seguir el cole sin descuidar la pelota.
Sabemos que no es fácil dejar la casa, la familia, los amigos. Por eso trabajamos día a día para que acá se sientan contenidos, cuidados, escuchados. Nuestro equipo interdisciplinario está presente siempre, para acompañarlos en lo deportivo, pero también en lo emocional, en lo educativo, en los pequeños gestos que hacen a la vida diaria.
+ VIDEO: Un día en el CFT:
Hace poco, Juan Carlos Portillo y Joaquín Mosqueira pasaron una tarde en el CFT. Se rieron con los pibes, vieron el sorteo de la Libertadores, hablaron de esfuerzo, de constancia, de lo que significa crecer en Talleres. Para los chicos fue un momento especial, pero también para nosotros, porque reafirma lo que creemos: formar jugadores con valores, identidad y sentido de pertenencia.
En Talleres no solo soñamos con formar futbolistas profesionales. Soñamos con formar buenas personas. Y cada día en el CFT es un paso más en ese camino.
¡Vamos Los Pibes! ¡Vamos Talleres!